El sistema de frenado del vehículo es sin duda uno de los más importantes y requiere revisiones periódicas.
Si un conductor no presta atención a las señales evidentes que indican un fallo en el sistema, podría acabar pagando con su vida las consecuencias.
De ahí la importancia de revisar a tiempo los frenos de su vehículo.
Sistema de frenos del vehículo
El sistema de frenos está diseñado para cambiar la velocidad del vehículo de forma controlada, detenerlo y mantenerlo en su sitio durante mucho tiempo utilizando la fuerza de frenado entre la rueda y la carretera.
Señales que indican que deben revisarse los frenos del vehículo
El primer indicio de que el sistema de frenos requiere reparación es un testigo de advertencia del ABS o un mensaje de error de frenado en el cuadro de instrumentos, un ruido de rozamiento al conducir, silbidos o chirridos al frenar y una sensación de que la distancia de frenado es demasiado larga. Muchas de estas son razones para una visita obligatoria e inmediata a un centro de servicio del vehículo para una revisión de los frenos. Pero, además de las señales de advertencia mencionadas, también hay señales de advertencia indirectas que indican un fallo de un modo u otro.
Veamos cinco señales principales, cuyas acciones oportunas al revelarlas mantendrán su sistema de frenado en buen estado de funcionamiento durante mucho tiempo y pueden evitar que su coche sufra accidentes graves.
Señal nº 1: es posible que oiga un chirrido al frenar y, después, al mover el vehículo.
Tarde o temprano, las pastillas de freno se desgastan, lo que reduce el rendimiento de frenado y provoca la aparición de ruidos extraños en el coche. El desgaste de las pastillas de freno puede comprobarse fácilmente: suele bastar con una inspección visual del grosor de las pastillas a través de los orificios de las llantas. A veces es necesario desmontar la rueda para la inspección.
No suele ser necesario comprobar las pastillas después de cada viaje. Las pastillas modernas están equipadas con una lengüeta de acero especial que roza contra el disco de freno a medida que se desgasta, produciendo un ruido de rozamiento característico. Se trata de un ruido característico que suele indicar que es necesario sustituir la pastilla de freno. En cuanto la pastilla empieza a desgastarse y aún tiene algo de grosor sobrante, el traqueteo sólo se produce al frenar. La lengüeta sólo tocará el disco cuando las pastillas estén siendo presionadas contra él. Un mayor desgaste provocará que el chirrido se oiga casi constantemente al conducir.
Si la lengüeta no se presiona contra la pastilla, acabará rompiéndose, el chirrido cesará y la pastilla podrá utilizarse durante un tiempo. Entonces, sin embargo, se producirá otro ruido desagradable, distinto del sonido del roce de la lengüeta contra el disco de freno. Esto indica que la pastilla está completamente desgastada y que el soporte de acero roza contra el disco. Esto significa que el coche ha llegado a una situación extrema en la que se desaconseja encarecidamente seguir conduciendo sin una pastilla nueva, aunque el coche seguirá frenando con las pastillas intactas restantes en las otras ruedas.
Señal nº 2: Ruido sordo y chirrido al frenar.
Un objeto extraño entre el disco y la pastilla de freno también puede hacer que los frenos hagan un ruido inusual. Puede tratarse de una piedrecita. Cuando compruebe el funcionamiento de los frenos, compruebe primero el desgaste de las pastillas. Es posible que no tenga que sustituirlas si la causa del ruido es una piedrecita como ésta. Para comprobar y eliminar el cuerpo extraño entre la pastilla y el disco, suele ser necesario desmontar la pinza de freno.
Señal nº 3: El coche se desplaza lateralmente al frenar.
Si un coche que va recto se desvía de repente hacia un lado, puede haber un problema con el sistema de frenado. Es más probable que el problema sea un atasco de la pinza, ya que crea una fricción excesiva en una de las ruedas y hace que el coche se desvíe hacia un lado – las otras 3 ruedas se mueven libremente.
No sólo al frenar el coche se desvía hacia un lado, por lo que puede haber una causa oculta en otros sistemas del vehículo. En este caso, comprobar los frenos es bastante más difícil. Puedes intentar localizar el origen del fallo en el comportamiento del coche. Si es el volante el que se aleja, es probable que los frenos delanteros estén defectuosos.
Los otros dos motivos son que el coche se desvíe hacia un lado cuando se frena una rueda: un latiguillo de freno enrollado que hace que las pinzas se muevan de forma desigual al frenar; un desgaste diferente de las pastillas de freno que hace que los discos de freno reaccionen con diferente fuerza.
Otra razón para que el vehículo derrape puede deberse a que los neumáticos no están inflados uniformemente o están desgastados. También habrá que revisar la suspensión del coche.
Señal nº 4: Se siente una vibración al frenar.
La vibración del pedal de freno suele indicar una deformación de los discos de freno. Las irregularidades en su superficie hacen vibrar la pinza, que transmite la acción al pedal. El volante también puede vibrar, sobre todo si los discos de freno delanteros están deformados.
Los discos tienden a doblarse como resultado de cargas térmicas excesivas aplicadas a los discos durante un periodo de tiempo prolongado. Un ejemplo típico sería sobrecalentar los discos durante una frenada prolongada y después conducir el coche por un charco en el que el agua ha enfriado drásticamente la superficie de los discos. Los discos no sólo pueden deformarse debido a las variaciones excesivas de temperatura, sino que el sobrecalentamiento también puede producirse como resultado de un agarrotamiento de la pinza. El sobrecalentamiento se indica mediante una coloración azulada de la superficie del disco.
Los componentes individuales no sólo pueden causar vibraciones al frenar el vehículo, sino que también pueden ser el resultado de un desequilibrio o deformación de la rueda. Antes de comprobar la acción de los frenos, deben comprobarse primero otros componentes y sistemas.
Señal nº 5: El pedal de freno se hunde al pisarlo o, por el contrario, los frenos responden al menor toque del pedal.
Un pedal que patina antes de frenar rara vez indica desgaste, pero más a menudo el problema se debe a un sistema hidráulico defectuoso. El problema suele estar causado por una fuga de líquido de frenos, pero también puede ocurrir si hay aire en el sistema. Las posibles fugas se comprueban dejando un trozo de cartón o papel blanco debajo del coche mientras está aparcado. Tras un largo periodo de estacionamiento, se puede saber por las manchas en el material si ha habido una fuga.
El otro extremo es la hipersensibilidad del pedal de freno, cuando el coche frena al menor movimiento del pie. En este caso, también se puede observar un desgaste desigual de los discos de freno o una contaminación del líquido de frenos causada por la humedad. El problema puede solucionarse usted mismo sustituyendo el líquido de frenos a un precio económico.
Comprobar la acción de los frenos del coche
Al frenar un vehículo, son muchas las piezas del sistema de frenado que entran en acción. Una comprobación visual de muchas de ellas no es posible, ya que tendrás que desmontar parte del equipamiento del coche. Pero sólo en casos extremos, cuando hay una avería realmente grave en el sistema de frenado.
Las revisiones periódicas en el taller de servicio de frenos del concesionario ayudarán a prevenir cualquier avería.
También puedes hacer revisar los frenos tú mismo:
- Si el sistema ABS está instalado, compruebe que funciona correctamente.Esto puede hacerse fácilmente utilizando el indicador de diagnóstico correspondiente en el salpicadero del automóvil. El testigo indica si el sistema ABS funciona correctamente. Si el testigo se enciende y se apaga brevemente, significa que la ECU ha examinado el sistema ABS y no se ha detectado ninguna avería. Cuando el testigo se enciende de forma continua o no se enciende en absoluto, puede considerarse un síntoma de alarma y un motivo para comprobar el funcionamiento del ABS lo antes posible.
- Compruebe periódicamente los latiguillos y el reforzador de vacío del sistema de frenos.El reforzador de vacío se comprueba pisando y manteniendo pisado repetidamente el pedal del freno mientras se arranca el motor. Si el servofreno funciona, el pedal de freno no se hunde hasta el suelo. Si no lo hace, se oye un silbido característico. Esta es una señal de que el servofreno de vacío debe sustituirse inmediatamente.
- Compruebe si hay fugas en el sistema de frenos.La prueba se realiza pisando varias veces el pedal de freno. Un sistema defectuoso responderá con una resistencia del pedal que aumenta con cada presión. Si la resistencia del pedal no cambia y, más aún, si disminuye, existe un problema de estanqueidad del sistema.
- Compruebe el nivel y el estado del líquido de frenos.Para comprobarlo, abra el capó, localice el recipiente del líquido y compruebe visualmente el nivel. No debe ser superior al máximo ni inferior a las marcas de mínimo marcadas en el recipiente. Durante la inspección, preste atención también al olor. El líquido de frenos adecuado no debe oler mal. Entre otras cosas, compruebe si hay fugas en el sistema, que pueden detectarse fácilmente porque el líquido sale rápidamente del recipiente.
- Compruebe el estado de los discos y las pastillas de freno.Se trata de una comprobación importante para determinar el grado de desgaste de estos componentes. Algunos modelos de pastillas están ahora equipados con sensores que proporcionan la información necesaria sobre el desgaste. Si los sensores no están instalados, el desgaste de las pastillas se indica por el grosor del material de fricción, que normalmente no es inferior a 1-2 mm. Los discos se comprueban junto con las pastillas de freno.
Comprobación rápida de la acción de frenado
- Compruebe las ruedas.Al inspeccionar las ruedas, asegúrese de que no haya humedad en su interior ni en su exterior. Preste especial atención a comprobar todas las superficies del interior de las ruedas con un foso de inspección. La presencia incluso de pequeñas gotas de aceite indicará una posible fuga en el cilindro de freno.
- Comprobación del funcionamiento del freno auxiliar: freno de mano.Al comprobar el funcionamiento de los frenos, no olvide el freno de mano como parte integrante de todo el sistema de frenado. Un freno de estacionamiento que funcione correctamente debe ser capaz de inmovilizar la máquina en una pendiente de carretera del 23 %. Al comprobar el freno de mano, determine el número de clics que se producen al tirar de la manivela hacia arriba hasta que el freno está completamente accionado. Lo ideal es que el vehículo quede inmovilizado después de 3-4 clics del freno de mano.
- Comprobación del funcionamiento de los frenos en marcha.Una vez finalizada la comprobación visual del sistema de frenado, debe realizarse una prueba de frenado. Acelere el vehículo en un tramo recto de carretera a unos 50-60 km/h y, a continuación, accione los frenos con firmeza. Controle el frenado: si los frenos son totalmente eficaces, no debe producirse ninguna desviación lateral.
Tenga en cuenta que esta prueba sólo está permitida si se confirma que todos los componentes del sistema de frenado están intactos.
No es aconsejable tomar la distancia de frenado como una guía; puede variar en función del modelo específico de vehículo y sus parámetros (peso del vehículo, neumáticos utilizados), las condiciones de la superficie de la carretera y otros factores.
Es importante tener en cuenta que si su coche está equipado con ABS, la naturaleza del frenado durante la prueba será diferente. Una presión brusca sobre el pedal de freno provocará una respuesta característica en forma de vibración. Y si el coche está equipado con un sistema de estabilidad direccional, el indicador correspondiente en el salpicadero se iluminará para indicar que el sistema está activo.
En conclusión, todo el sistema de frenado de su coche puede comprobarse fácilmente en un banco de pruebas especializado. Esto le dará una indicación completa de su estado actual.